descuentos en telefonía móvil

Descuentos en telefonía móvil

Cómo me mantengo conectada durante los viajes (sin gastar de más ni volverme loca con el WiFi)

Tener conectividad mientras viajo no es un lujo, es una necesidad.

Y tener descuentos en telefonía móvil, se asemeja a una bendición.

Y no lo digo solo porque trabajo online, sino porque incluso en viajes de placer, necesito saber que puedo revisar una reserva, pedir un Uber o chequear el mapa sin tener que estar mendigando señal.

Es cierto que muchos aeropuertos y aviones ofrecen WiFi —a veces gratis, a veces no—, pero seamos sinceros: después de 12 horas volando, lo último que quiero es ponerme a pelear con una red lenta o que se corta cada dos minutos, prefiero llegar con eso resuelto desde antes.

Por eso, desde hace años, lo tengo sistematizado: yo siempre contrato un paquete de datos antes de viajar, adaptado al destino, los días que voy a estar y el tipo de uso que necesito.

No improviso con esto, porque ya aprendí que si lo dejas para último momento, lo pagas caro, literalmente.

Lo que me funciona (y me funciona muy bien) es esta combinación: para el trayecto en sí —ya sea en vuelo, escalas o los primeros movimientos en destino— uso una eSIM internacional, y una vez que llego, si me voy a quedar varios días, compro una SIM local prepaga.

Así tengo lo mejor de los dos mundos: conexión desde que aterrizo y tarifas locales una vez instalada.

Tenemos una categoría exclusiva de tips y descuentos, puedes explorarla desde este enlace. 

¿Por qué no compro todo directamente en el aeropuerto? 

Porque me pasó más de una vez que ahí los precios están inflados: lo mismo que en la ciudad cuesta 10, ahí puede salir 40 o más.

Además, estás cansada, con las maletas, a veces sin saber bien el idioma… no es el mejor momento para tomar decisiones.

¿Dónde compro la eSIM?

Siempre en la misma empresa, no voy a andar dando vueltas si ya encontré una que me sirve.

¿Por qué? Porque tiene paquetes chicos, de 7 días, que se adaptan perfecto a mis viajes.

No tengo que pagar por 30 días si solo me quedo una semana, eso es clave.

Además, la app es súper fácil de usar, la activación es rápida y hasta ahora, en todos los destinos donde las usé, funcionó bien.

Otra ventaja: las compro desde casa, días o semanas antes de salir, y ya viajo con el QR listo para escanear y activar la eSIM apenas aterrizo o antes de salir de casa.

No necesito buscar tiendas, ni hablar con nadie, ni perder tiempo, la conecto el día del viaje y estoy segura de no dejarla pendiente con el riesgo de olvidarme.

Después, si el destino lo permite y me voy a quedar más tiempo, ahí sí compro una SIM local.

Pero ya lo hago tranquila, sabiendo que tengo conexión para llegar al alojamiento, moverme por la ciudad y comparar precios si quiero, todo con calma.

¿Y los precios? Obviamente varían según el destino pero en general son mucho más baratos que el roaming de tu operadora habitual.

En Europa, por ejemplo, puedes conseguir 4 GB por menos de 10 dólares.

Y con eso haces de todo si lo usas con cabeza (modo avión, WiFi cuando haya, y datos solo cuando se necesite).

En resumen:

  1. Contrato eSIM internacional para cubrir los primeros días.
  2.  Al llegar, si hace falta, compro SIM local prepaga.
  3. Siempre uso la misma empresa porque me da paquetes flexibles y sin complicaciones.

Este sistema me ahorra plata, tiempo y estrés.

Te lo súper recomiendo, sobre todo si viajas sola, trabajas en línea o simplemente no quieres depender del WiFi ajeno.

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